El traje azul marino es, para los hombres, igual que el famoso “little black dress” del armario femenino: un básico con el que ir sobre seguro y acertar en prácticamente cualquier situación. Y es que su versatilidad y elegancia lo convierten en una opción ideal para una amplia variedad de ocasiones, desde eventos formales hasta reuniones de trabajo o cenas elegantes.
Sin embargo, elegir la corbata adecuada para acompañar este traje marcará la diferencia entre un look espectacular y uno mediocre. Por ello, este artículo contiene los consejos más esenciales para combinar un traje del color más clásico con la corbata perfecta, sin perder de vista todos los detalles del look.
Claves de la camisa: la base del estilismo
Para algunos, la elección de la camisa no es más que el paso previo a “vestirse de verdad”. No obstante, resulta fundamental para complementar un traje, del color que sea. Para este caso, una opción clásica y atemporal es la camisa blanca, que se adapta a cualquier ocasión y cede el protagonismo al resto de prendas. Y si no, qué se lo digan a James Bond y a sus camisas impolutas.
Si buscas un toque más casual, puedes considerar una camisa celeste o rosa claro, como las que solía lucir Steve McQueen en sus apariciones públicas. Estos colores, sin ser llamativos, aportarán frescura y estilo a tu conjunto.
Color, estampados y grosor de la corbata: el toque de distinción
Sin amago de suscitar presión, la corbata es el elemento que realmente define el estilo y la personalidad de tu conjunto. Para un traje azul marino, los colores sólidos como el granate o el burdeos, el azul marino o el gris son opciones seguras y elegantes.
En cuanto al estampado, puedes jugar con patrones discretos, como rayas finas o cuadros pequeños, para añadir un toque de interés visual sin sobrecargar el conjunto. Procura que el color de estas figuras luzca de manera armoniosa con el color de la camisa y el traje, sin perder la finura.
Para encontrar el grosor adecuado a la corbata, hay que buscar la consonancia con el ancho de la solapa de la chaqueta. Así, se mantendrá una armonía visual equilibrada.
Complementos: detalles que marcan
Los complementos, en muchas ocasiones relegados a un segundo plano, aportan el toque final a tu look y añaden el toque de personalidad necesario. Para un traje azul marino, considera el uso de tirantes y sus beneficios, como el que solía lucir Frank Sinatra en sus actuaciones. Además del componente estético de elegancia y toque clásico, este accesorio aporta confort y mantiene la sujeción del pantalón a la altura deseada.
En cuanto a los zapatos, para ir sobre seguro, si optas por unos Oxford en tono negro conseguirás un look formal, o unos mocasines si buscas un estilo más relajado y casual. Recuerda que los pequeños detalles, como un pañuelo de bolsillo bien doblado o unos gemelos elegantes, marcarán la diferencia y permitirán que el traje luzca con su máximo potencial.
Adaptando el outfit a cada ocasión
A la hora de elegir tu conjunto, es importante tener en cuenta el tipo de evento al que asistirás y amolda tu estilo en consecuencia. Ya sea para una boda, una reunión de trabajo o una cena elegante, elegir la combinación adecuada de traje y corbata es clave para causar una buena impresión.
Además de los looks que se encuentran en las tiendas, no olvides inspirarte en iconos de moda con los que sientas que resuena tu estilo, desde famosos actores de Hollywood, hasta cantantes del panorama internacional. No pierdas de vista tu esencia y adáptala a las tendencias que encuentras por la calle, sin perder de vista la comodidad de las prendas y escogiendo la gama de colores que más resalta tu figura.
Y recuerda, la confianza en ti mismo y el conocimiento de las reglas básicas del buen vestir serán tus máximos aliados para lucir impecable en todo momento.
