Desde siempre, los espías han cuidado con sumo esmero dos conceptos: la discreción y la elegancia. De hecho, existe una palabra que define a los espías elegantes: “la intelegancia” (dícese de quien trabaja en el mundo de la Inteligencia con elegancia). Recordamos las peripecias del espía español Marcos Madero (protagonista de “El alma de los espías”) o la filmografía de James Bond: no solo importaba lo que hacía el agente 007, sino cómo lo hacía. Por eso las mascarillas de tela seguras se están ganando un hueco en los servicios secretos de todo el mundo.
Los espías y los complementos
Está en la esencia de los espías la utilización de complementos que ayuden a encubrir o disimular su apariencia real. Por eso, en esta época de pandemia, han aceptado las mascarillas de tela seguras con la naturalidad de quien está habituado a utilizar esos complementos. Pero, por supuesto, no se han resignado a aceptarlas sin más como una imposición, sino que han buscado soluciones óptimas para protegerse adecuadamente sin perder la elegancia.
Don Luis un espía con estilo
Uno de los principales personajes de “El alma de los espías” es don Luis, un veterano de la Guerra Fría, retirado del servicio, que es considerado un maestro de espías. Cuando el protagonista, Marcos, acude a su casa para pedirle consejo sobre la búsqueda de un traidor en el CNI, se sorprende al descubrir que su antiguo jefe y maestro, que no espera visita, está vestido de traje y corbata. Los exespías no existen, y un hombre de Inteligencia no pierde jamás el saber estar: la elegancia está en la esencia de los espías.
Richard Sorge el playboy del espionaje
Uno de los espías más importantes de la segunda guerra mundial fue Richard Sorge. Su información fue tan valiosa que logró frenar el avance del ejercito alemán en la estepa rusa. Uno de sus grandes atributos fue la elegancia que nos hace recordar al personaje ficticio de James Bonds. Este estilo refinado le sirvió para enamorar a muchas mujeres, entre ellas la nipona Ishii Hanako. Igualmente, se sospechaba que tenía relaciones con la mujer del embajador alemán. Esos contactos le proporcionaron información trascendental en el curso de la guerra.
Mascarillas de tela seguras
En nuestra sociedad, las mascarillas han pasado a ser un accesorio de uso común, un complemento más, y tienen vocación de quedarse, tal vez no de forma permanente, pero sí para los espacios cerrados y los viajes en transportes colectivos. En esta nueva realidad, los espías necesitan mantener ese toque de distinción, de clase, y para ello quieren que sus mascarillas de tela seguras sean al mismo tiempo elegantes y discretas. Y si, además, son divertidas, pues mucho mejor.
Autor: Pablo Zarrabeitia
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